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💡 10 - Revisar las normas fiscales de la UE para aumentar el gasto público
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El Banco Central Europeo (BCE) ya ha hecho mucho para apoyar a los gobiernos durante las crisis financieras y la crisis del Covid-19. Gracias a la flexibilización cuantitativa o QE (del inglés Quantitative Easing) y a los tipos de interés negativos, el endeudamiento público nunca ha sido tan barato. Ha llegado el momento de que los gobiernos se ayuden a sí mismos aprovechando los bajos tipos de interés y aumenten los déficits públicos para apoyar la economía, más allá de los límites autoimpuestos por las "normas de Maastricht".
Las normas fiscales de la UE, también conocidas como "normas de Maastricht", estipulan -en términos generales- que los gobiernos no deben tener un déficit superior al 3% de su Producto Interior Bruto (PIB), y que su nivel de deuda total no debe superar el 60% del PIB.
Estas normas han sido criticadas por restringir con demasiada dureza el gasto de los gobiernos y obligarles a aplicar políticas de austeridad, como subir los impuestos o recortar el gasto. En la mayoría de los países, la inversión pública en bienestar, la transición verde o infraestructura ha disminuido en las últimas décadas.
Las normas de Maastricht se han suspendido durante la crisis del Covid-19 para permitir a los Estados miembros hacer frente a la emergencia pandémica. Está previsto que se revisen antes de volver a entrar en vigor. Sin embargo, a muchos les preocupa que las normas se vuelvan a aplicar demasiado pronto, como se hizo en la última crisis financiera. Se teme que esto pueda conducir a la adopción de medidas de austeridad dolorosas por parte de los gobiernos, prolongando así la crisis.
Hay muchas maneras de mejorar las normas actuales. Lo más importante es que las normas deberían animar a los gobiernos a invertir en inversiones a largo plazo, como en infraestructuras verdes, en lugar de impedírselo. Las normas también deberían reflejar el hecho de que el coste de la deuda pública es actualmente bajo históricamente hablando. En este contexto, se ha llegado a un consenso entre economistas por el que el endeudamiento público no debería verse como una carga, sino como una oportunidad asequible para ayudar a la economía a recuperarse más rápidamente.
Resumen de argumentos a favor y en contra
➕ Pros
- Si se flexibilizaran las normas y se modificaran los cálculos en los que se basan, sería menos doloroso hacer frente a las crisis.
Si los gobiernos pudieran aprovechar al máximo las políticas del BCE aumentando sus inversiones a largo plazo, podrían darse importantes sinergias entre las políticas (fiscales) de los gobiernos de la zona euro y las políticas (monetarias) del BCE.
- Si los gobiernos tomaran más protagonismo, esto también podría aliviar parte de la carga al BCE, que demasiado a menudo es el único que toma las decisiones.
➖ Contras
- Suspender las normas indefinidamente animaría a los gobiernos a gastar despreocupadamente y acumular más deuda todavía.
- Una crisis de deuda en un país podría extenderse a otros miembros de la zona euro, como hemos visto en la última crisis.
- Los niveles más altos de deuda pública presionan al BCE para que no suba los tipos de interés aunque tenga que hacerlo en el futuro. La elevada deuda genera un dilema entre asegurar la sostenibilidad de la deuda, por un lado, y controlar la inflación, por otro.
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