Banco Ciudadano Europeo
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💡 1 - Incluir el coste de la vivienda en el índice de inflación
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El objetivo principal del Banco Central Europeo (BCE) es mantener la "estabilidad de precios", definida como la aproximación de la tasa de inflación al 2% a medio plazo.
Para ello, el BCE sigue de cerca el índice de inflación, que mide Eurostat, la Oficina Europea de Estadística, en coordinación con autoridades estadísticas nacionales.
Los estadísticos miden la inflación siguiendo la evolución de miles de precios en supermercados, tiendas en línea, pero también el precio de servicios como un corte de pelo. Con la recogida de todos estos datos, Eurostat calcula después el "Índice de Precios de Consumo Armonizado" (IPCA), basado en una cesta del promedio de productos y servicios que la mayoría de la gente necesita.
Este proceso no es solamente técnico. En función de la composición de la cesta de productos o servicios, el índice de inflación será más o menos acertado dependiendo de si se gasta más dinero en ciertas cosas o no, y del nivel de ingresos más en general.
Por ejemplo, las críticas contra el índice IPCA señalan que actualmente el índice de inflación solo calcula la vivienda y los alquileres en un 6,5% del índice total, mientras que para la mayoría de la gente la vivienda representa alrededor del 25% o incluso la mitad del presupuesto mensual de las familias. Además, el coste de la vivienda ha aumentado drásticamente en las dos últimas décadas, sobre todo en las grandes ciudades, lo que agrava la percepción de que el índice de inflación no refleja la evolución del real poder adquisitivo de las personas.
Es importante que la forma de medir la inflación refleje la forma en que los ciudadanos de la zona euro experimentan su poder adquisitivo. Esta es la razón por la cual los costes de la vivienda deberían estar incluidos en el "Índice de Inflación".
Resumen de argumentos a favor y en contra
➕ Pros
● La inclusión de los costes de la vivienda en el IPCA reflejaría con mayor precisión en qué gasta realmente su dinero mucha gente.
● Reforzaría la confianza en los bancos centrales.
● Garantizaría que el BCE incorpore la evolución de los costes de la vivienda a la hora de diseñar la política monetaria. En otras palabras: Reduciría la tentación del BCE de aplicar políticas procíclicas que potencien las hipotecas.
➖ Contras
● La medición de los precios de la vivienda suele ser trimestral (es decir, cada 3 meses), mientras que la inflación se mide mensualmente. Esto puede dificultar la medición de la inflación.
● Se supone que la inflación no mide el poder adquisitivo de los ciudadanos, que también depende de la evolución de los niveles salariales.
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