Banco Ciudadano Europeo
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El Banco Central Europeo debería apoyar más directamente a la economía y a los ciudadanos
📌 Resumen
● El BCE no interactúa directamente con los ciudadanos, sino que utiliza el sistema financiero como intermediario para transmitir sus políticas.
● Lo hace prestando dinero a los bancos y a otras instituciones financieras que, a su vez, prestan a las empresas no financieras y a los hogares, es decir, a la economía real.
● Por lo tanto, el BCE no controla la actividad de los bancos comerciales ni determina quién obtiene los préstamos, aunque dispone de ciertos instrumentos que fomentan la concesión de préstamos a los hogares y empresas, como las TLTRO.
● Otros instrumentos están más alejados de los ciudadanos, como los programas de flexibilización cuantitativa (QE) del BCE.
● A pesar de las numerosas medidas que está tomando, el BCE no está cumpliendo su objetivo de estabilidad de precios, cercano pero inferior al 2%, lo que lleva a preguntarse si sus "herramientas" actuales son realmente adecuadas para ese fin.
● Una de las propuestas sería que el BCE eludiera la intermediación del sistema financiero y se implicase más directamente con los ciudadanos, los hogares y los gobiernos.
🗫 El debate
El planteamiento del BCE consistente en depender de intermediarios financieros como los bancos comerciales privados para prestar dinero a la economía ha fracasado. El BCE no está utilizando las herramientas adecuadas, y es hora de probar un planteamiento más directo. En lugar de depender de los bancos intermediarios para crear más préstamos, el BCE podría inyectar directamente el dinero en la economía, por ejemplo, distribuyendo el dinero directamente a las personas, a los gobiernos o cancelando la deuda.
💡 Propuestas
Profundiza más en este debate y conoce nuestras propuestas específicas para las políticas de futuro del BCE. Puedes aportar también tus propias propuestas al debate.
→ Propuesta 6 El Banco Central Europeo podría distribuir dinero directamente a las personas
→ Propuesta 7 Introducir un euro digital y hacer posible que cada ciudadano tenga dinero del banco central
→ Propuesta 8 Cambiar los Tratados de la Unión Europea para hacer posible la financiación directa del gasto público
→ Propuesta 12 Condonar a las personas y empresas la deuda relacionada con el Covid-19
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(Tiempo estimado de lectura: 5 minutos)
Todos hemos visto los titulares de este año: el Banco Central Europeo (BCE) está produciendo enormes cantidades de dinero para contener los efectos de la crisis del Covid-19 en la economía europea. Pero, ¿a dónde va todo este dinero? ¿Por qué no se utiliza para financiar a las empresas locales que van hacia la quiebra, o para ayudar a la gente a mantener sus puestos de trabajo? Vivimos en un mundo con desigualdades cada vez mayores, donde los banqueros parecen ser los ganadores y los ciudadanos de a pie los perdedores. ¿Dónde encaja la labor del BCE?
Hoy día el BCE opera indirectamente con los ciudadanos a través de la intermediación del sistema financiero. En otras palabras, el BCE se sirve principalmente de los bancos privados y otras instituciones financieras para "transmitir" sus políticas, prestando a estas instituciones. Las instituciones financieras, a su vez, prestan dinero a las empresas no financieras y a los hogares (también conocidos como la economía real). Sin embargo, en la actualidad, el BCE apenas controla la actividad de los bancos del sector privado fijando un tipo de interés clave, y no determinando quién obtiene los préstamos.
Una de las razones de este enfoque descentralizado es que el BCE no está en una posición idónea para evaluar si alguien o alguna empresa debe obtener un préstamo o no. Los bancos comerciales privados que tienen sucursales en los pueblos y ciudades locales son más adecuados para esta tarea, ya que pueden evaluar mejor el riesgo de prestar dinero a determinados clientes y a la economía local.
Para animar a los bancos a prestar a la economía, hoy el BCE presta dinero a los bancos comerciales a un tipo de interés negativo.
Un ejemplo de ello son las Operaciones de Refinanciación a Largo Plazo con Objetivo Específico (TLTRO, del inglés Targeted Longer-Term Refinancing Operations) del BCE. El año pasado, los bancos tomaron prestados más de 1,7 billones de euros a través de las TLTRO del BCE, a un tipo de interés del -0,5% o incluso del -1% en determinadas condiciones.
Los tipos de interés negativo son un arma de doble filo. Por un lado, se supone que los tipos negativos permiten a los bancos prestar dinero casi gratuitamente a las empresas y a los ciudadanos. Pero, por otro lado, los tipos negativos también representan una penalización para los bancos sobre el dinero de reserva que ellos dejan en su cuenta de depósito en el BCE. Se supone que esta penalización anima a los bancos privados a hacer todo lo posible para evitar que el dinero quede inactivo en las cuentas del BCE, prestando este dinero a la economía, donde al menos se pueden ganar intereses por él. Pero en la práctica, los bancos también tienden a trasladar el coste de los tipos negativos a sus clientes.
Los tipos negativos y el programa de préstamos TLTRO se suman a los 2,8 billones de euros que el BCE ya ha inyectado en la economía desde 2015 a través de sus programas de flexibilización cuantitativa (QE, del inglés Quantitative Easing). En su mayor parte, este dinero, en lugar de destinarse a nuevas inversiones en infraestructuras, empresas locales y puestos de trabajo, se inyecta en los mercados financieros o en el sector inmobiliario. Enriquece a los propietarios de estos activos, lo que a su vez aumenta la desigualdad de la riqueza, y tiene muy poco impacto positivo en las actividades económicas reales.
A pesar de estas intervenciones a gran escala, el BCE no ha cumplido su mandato principal de garantizar un objetivo de estabilidad de precios cercano pero inferior al 2% durante los últimos 7 años.
De ello se desprende que los instrumentos actuales del BCE parecen no ser adecuados para su propósito. En teoría, la reducción de los tipos de interés de los préstamos bancarios y de la deuda pública debería facilitar y animar a las personas, a las empresas y a los gobiernos a invertir más. Sin embargo, en la práctica, el BCE no puede obligar a la gente a tomar más préstamos si no quiere hacerlo, lo que suele ocurrir dado que algunas personas ya están sobreendeudadas o están preocupadas por las perspectivas económicas futuras.
Algunos economistas sostienen que el BCE no está utilizando las herramientas adecuadas para cumplir su mandato. En lugar de depender de los bancos comerciales privados intermediarios para crear más préstamos, el BCE debería inyectar directamente dinero en la economía. Hay varias formas en las que el BCE podría hacerlo, desde la cancelación de la deuda hasta la distribución de dinero directamente a las personas o a los gobiernos para fomentar el gasto público.
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